El libertarismo, mentalidad adolescente
¿Cómo es posible que un youtuber famoso decida mudarse a Andorra para pagar menos impuestos y miles de personas en redes sociales lo aplaudan al grito de "los impuestos son un robo"1?
No descubro nada nuevo, pero el libertarismo2 es la ideología que tiene como objetivo minimizar o eliminar completamente el Estado. En su versión más bestia es una forma de anarquismo. Pero a lo Mad Max: Fury Road, no a lo hippy flower-power. En su versión "razonable"3 el estado tendría unos servicios mínimos: Policía, ejército... Y poco más. Serían servicios públicos con el único objetivo de preservar el status quo, es decir, mantener los privilegios.
Esta ideología se basa en un principio: "La libertad personal es primordial". Como consecuencia de esta defensa radical de la libertad personal, cualquier restricción de cualquier libertad, se aprecia como una imposición ilegítima. Así, todo límite a la libertad de expresión, se considera censura. Toda prohibición, dictadura. Todo impuesto, robo4.
Es obvio que este castillo de naipes ideológico se derrumba en cuanto soplas un poquito. Cualquier conversación que he tenido con libertarios sobre la libertad de expresión (uno de los temas que más les encienden) suele ir así:
ROBIN- ¡La libertad de expresión es sagrada! ¡La cultura de la cancelación y la dictadura de lo políticamente correcto están destruyendo la libre diseminación de ideas!
BATMAN- Muy bien, pero es necesario imponer algún límite a la libertad de expresión, ¿no? Aunque sea para proteger a la gente.
ROBIN- ¡No! ¡Censura estalinista! ¡Dictadura del pensamiento único!
BATMAN- ¿Ni siquiera para proteger a los niños? ¿Por ejemplo, ves bien que existan las páginas pro-Ana y pro-Mia5?
ROBIN- Uhm... Bueno no, claro... En esos casos concretos quizás habría que pensárselo. Pero desde luego, no por imposición legal. ¡Los gobiernos no deberían restringir las libertades de la gente!
BATMAN- Y cómo crees que habría que imponer los límites? Los gobiernos no existen en el vacío, son elegidos por la gente y en teoría, representan los valores de la gente que les ha votado.
ROBIN- ¡Pero es que la mayoría no tiene derecho a imponerme qué puedo decir y qué no!
Y aquí está el quid de la cuestión. El libertarismo es antidemocrático y antisocial6. Todas las sociedades imponen límites a las libertades. La gente nunca puede hacer lo que le dé la gana: No se permite asesinar. No se permite esclavizar. No se permite pegar a tu pareja, robar, o difamar. Estos límites cambian a lo largo de la historia. Los decide implícitamente cada sociedad en función de sus valores, y en las democracias representativas, la sociedad actúa a través de los poderes legislativos elegidos por sufragio. Si estás en contra de que la sociedad decida estos límites y que se asegure de su cumplimiento, estás en contra de la democracia7.
Como he dicho más arriba, el libertarismo es una especie de anarquismo. Pero un anarquismo pijo, pensado para que los privilegiados mantengan sus privilegios. Están de acuerdo en que los gobiernos actúen para defenderles a ellos, pero no a los demás. Si llevan toda la vida haciendo chistes de mariquitas (sic) y de gitanos, y de repente, el zeitgeist cambia y la sociedad ya no acepta esos valores, ellos lo llaman cultura de la cancelación y censura.
Piden “libertad” cuando en realidad deberían llamarlo "inmunidad". Quieren poder beber lo que les dé la gana y conducir después. Quieren poder seguir haciendo comentarios machistas y que no les pase nada. Quieren enriquecerse a costa de las infraestructuras pagadas por todos pero no pagar impuestos. Quieren seguir pudiendo acostarse con alguien después de emborracharle sin que les pase nada. Quieren esclavizar a sus empleados sin consecuencias. Quieren poder decir abiertamente que todos los moros son malos sin que la sociedad les dé la espalda.
Han existido desde hace mucho, pero con la ayuda de youtubers y tuiteros forofos de la IDW8, se multiplican como conejos. Son como niños egoístas que se enfadan cuando tienen que compartir un columpio que llevan acaparando demasiado tiempo.
El título del post en realidad debería de haber sido "El libertarismo, mentalidad infantil".
Un tema que merece un post aparte es si las redes sociales son un reflejo de la realidad, pero hoy no me meteré en ese jardín.
En inglés, libertarianism. En España es comúnmente llamado por sus detractores, incluído yo mismo, neoliberalismo, aunque ese término tiene un carácter peyorativo. Y no hay que confundir el libertarismo con el liberalismo clásico de Adam Smith, Tocqueville, etc. Dudo que estos pensadores apoyaran el sistema actual en que el empresariado tiene cogido al trabajador por los huevos para que elija entre aceptar condiciones de mierda o morir de hambre. Libertad personal mis cojones.
Me he tenido que aguantar la risa al escribir esto.
Todo esto es MI simplificación de algo más complejo, con implicaciones en economía relativas al libre-mercado. Para la manera en que la gente suele usar el término (incluidos los que se consideran libertarios), esto vale, pero para una descripción más detallada, con más contexto histórico, y con pulla a la izquierda incluida, leed este enlace. Es largo, pero merece cada minuto.
Webs que animan y promueven la anorexia y la bulimia. Sí, el mundo es oscuro y alberga horrores.
Muchos libertarios REALMENTE creen ser el superhombre de Nietzsche y que la moral de “la masa” no se les debería de aplicar a ellos. Raskolnikovs de la vida. Da un poco de miedo.
Que sí, que las democracias también son un sistema imperfecto y que puede llevar a abusos, pero una cosa es admitir eso e intentar corregirlo, y otra, lanzar todo el sistema a la basura y que impere la ley de la selva.
A la que a menudo solo conocen de segunda o tercera mano.